Maxi Gómez irrumpió el año pasado en la primera división española como un cohete, siendo junto a Aspas el máximo referente del Celta.
A pesar de demostrar una madurez futbolística digna de un gran delantero solo tiene 22 años, pero a pesar de su juventud ha podido disputar su primer mundial, aunque sin tener la oportunidad de jugar mucho debido a la gran competencia en el combinado uruguayo.
El año pasado empezó con muchas críticas por su «torpeza» futbolística pero poco a poco empezó a coger la forma y hacer lo que mejor se le da, marcar goles, demostrando a sus detractores que en el fútbol no es solo regates y filigranas, también es muy importante la llegada y de ello él es especialista. En realidad, no es un jugador que tenga mucha participación en el juego de su equipo, pero siempre está ahí en balones aéreos y en el área dispuesto a rematar.
Hasta hace poco era uno de los delanteros más baratos del juego con relación a los puntos que realizó el año pasado y es que llegó a bajar de los 7 millones. Esto también fue promovido por los rumores de que podía salir, pero también porque es un jugador al que todos miran con lupa para esperar el mínimo fallo para poder tildar de «paquete». Ahora con dos goles en las tres primeras jornadas ha demostrado que durante el verano no se le ha olvidado rematar ni como silenciar a esos que le critican, así que está volviendo a subir y pronto volverá a tener el precio que merece y es que ya va por los 8 millones.
Por último, añadir que es un jugador recomendable para tener en tu equipo, aunque no esperes grandes puntuaciones si no anota un gol ya que es de ese tipo de jugadores discretos que muchas veces no se nota su presencia en el campo hasta que te da una victoria.